La receta del éxito está lejos de ser fácil… o tan siquiera la receta de «mantenerse a flote». Los problemas de las pymes son muy numerosos, todos preparados para dar dolores de cabeza. Pensar que se puede con todo e ignorar cualquiera de ellos es poco recomendable. Regulaciones, impuestos, selección de personal, demasiada carga documental… cualquier problema menor es poco: improvisar no es una opción.

La planificación

Planificar significa predecir mejor lo que va a ocurrir (o lo que no). Para ello tenemos que ser honestos y entrar en algunos aspectos “pesimistas”. Los planes de por sí seguramente tendrán que modificarse a medida que avance la empresa y esperar a improvisar suele significar que no hay plan B. Pensar meticulosamente de antemano de qué tenemos que encargarnos e imaginar esos escenarios nos llevará a reaccionar a tiempo.

Formación de tus empleados

En las grandes empresas hay una competencia voraz por las personas más preparadas. Saben que los trabajadores idóneos son la clave. Por ejemplo, en retail alguien que sepa comunicarse, sea ágil a diario y conozca el know-how hará del negocio un éxito. Espera, ¿know-how? ¿qué es eso? Como el nombre indica, es cerciorarse de que los empleados aprovechan todo su potencial y saben hacer las cosas. En vez de por encima, en detalle. Que tengan los conocimientos técnicos y administrativos que aseguran que salga bien cada compra, que introduzcan los datos sin errores o que sepan rellenar un informe. Esto también les da tranquilidad a ellos, quitando la incomodidad de cuando no están seguros de qué hacer (o cómo). Esto cada empresa lo establece a criterio propio, adaptándolo a sus características únicas.

Gestión administrativa: coordinación de todos los elementos de una empresa

Es un frecuente problema de las pymes el infravalorar los sistemas de información. ¿Qué es eso? ¿Para qué me vale en mi empresa? Empecemos recordando que la información es poder. Nos servirá para tener más facilidades en un futuro o reducir problemas. Aparte de la inversión inicial, algunos servicios tienen coste mensual o mantenimiento. Y bien merecidos.

Imaginemos que digitalizamos la operativa: el vendedor introduce los datos de la factura y automáticamente se actualiza la información en la base de datos o se notifica a un repartidor. Por otro lado, gracias a que los empleados saben cómo funciona el sistema, trabajan más holgadamente, cosa que veremos claramente en los resultados.

Tenemos más conocimiento sobre qué ventas se realizan, cuánto stock queda ahora o qué productos están en tendencia. Estamos conectando los pequeños procesos cotidianos con el nivel directivo, que beberá de la información que podamos obtener de esas operativas.

Gracias a esta integración y buena gestión, podremos hacer esos cálculos mencionados: ¿cuánto esperamos vender este mes? ¿Estamos cortos de stock? ¿Sería necesario aumentar el ritmo de las ventas o reducir algún coste?

We Are Evolbe

¿Piensas que eres el único con estos problemas? Sin duda muchas pymes los han pasado creyendo que eran algo fuera de lo normal. Si tienes cualquiera de estos problemas de las pymes, te ayudaremos a impulsar tu negocio haciéndolo todo más sencillo.